El legado arqueológico del que disfrutamos en Almazara La Erilla, nos da la posibilidad de estudiar aspectos de la vida diaria y los métodos de construcción de hace mil años.

 

Métodos de construcción milenarios

En concreto la construcción de los muros de la fachada de la nave de prensado de la almazara fue confeccionado con la misma técnica, entre otras, que la muralla exterior del Albaicín, también conocida como Cerca de Don Gonzalo…. “tan sólo la parte comprendida entre la Puerta de Fajalauza y el camino del Sacromonte, se le conoce popularmente con el nombre de “Cerca de Don Gonzalo”, por creerse, erróneamente, que los gastos que ocasionó su construcción fueron sufragados por el importe del rescate del Obispo de Jaén don Gonzalo de Zúñiga (1423-1456), supuesto cautivo de los moros de Granada” Mariano Martín García.

 

mechinal. método de construcción milenario.

Método de construcción igual que el de la muralla exterior del Albaicín

 

Dicho método constructivo recibía el nombre de tapial y consistía en la confección con unos cajones de madera que se rellenaban con argamasa, realizada con materia prima localizada

sobre el terreno o en puntos próximos a la construcción, de acuerdo con el principio básico de cualquier construcción de tierra: coste mínimo para su obtención.  La argamasa se obtenía mezclando cal, agua, arena y piedras pequeñas o también con tierra. Esta mezcla se volcaba dentro de los cajones compactándose y endureciéndose pasados unos días, momento en el que se retiraban los tableros de forma que se podía construir otro trozo de muro.

tapial

Método de construcción igual que el de la muralla exterior del Albaicín

Si observamos este maravilloso y milenario método constructivo comprobamos que se ha conservado intacto en el tiempo en la Almazara La Erilla, donde apreciamos una serie de agujeros conocidos como “agujas´´  (agujero que queda en la obra de tapial cuando se retiran o se descomponen las agujas de madera  que se colocaban de forma transversal que intervinieron en su construcción). No confundir con el mechinal, que son el resultado de la utilización de bases para los tableros, para lo que se disponían unas tablas que sobresalían del muro. Se trataba de pequeñas vigas trapezoidales que proporcionaban estabilización y seguridad para los andamios. Una vez eliminado el encofrado, tanto las agujas como los mechinales se sacaban del muro o se cortaban, cubriendo el hueco con materiales y mortero rico en cal. Con el tiempo estas cavidades han perdido el material de relleno, quedando como elemento característico de nuestra fachada, que también se puede apreciar en las muchas murallas que se pueden encontrar en la Alhambra.